En Buñola cada años acojemos a niños Rusos, con los problemas de Chernovil, algunos han sido adoptado y ya viven aquí.
Da gusto ver lo felices que se sienten en España donde, basta ver sus caras. Aunque se quedan extrañados al ver aunque solo sea una fruta.
Ojalá se acabe pronto el egoísmo humano y todos tengamos derecho a una vida digna.

Ana, ojalá se acabaran todas las injusticias que hay en el mundo, aunque lo veo muy difícil es el deseo de muchos millones de personas. La solidaridad con las personas vengan de donde vengan es necesaria mientras todo siga como está.
ResponderEliminarBesitos.
Carmen